La sequía no es para siempre.

La sequía no es para siempre.

Hace algunos años mi esposo y yo (recién casaditos) decidimos hacer una ruta de senderismo con unos amigos; cabe recalcar que algunos de ellos habían intentado hacer ese “hike”previamente y no habían tenido éxito. Imagino que imaginas a donde va esta bella anécdota. Así es, nos tomo dos horas de hike para darnos cuenta que estábamos perdidos, y otras 6 horas para salir de ese lugar. Me ahorraré todos los detalles (porque son muchísimos) pero recuerdo que como para la cuarta hora nos dimos cuenta que no nos quedaba mucha agua. Intentamos estirar lo poco que nos quedaba, y de echo no nos la acabamos, pero no necesariamente porque no teníamos sed, más bien fue porque nos daba miedo la idea de quedarnos completamente sin agua y perdidos en medio de la nada. Cuando por fin logramos encontrar a alguien que nos sacara de allí. Lo primero que pregunte fue si nos podrían regalar un poco de agua. El señor que por cierto se encontraba quemando no se que (absolutamente sacado de una película de miedo) super amable me apunto hacia el tinaco donde la tenían guardada, corrí, me serví en mi termo, y recuerdo ese trago. GLORIOSO TRAGO. Ese trago ha sido el trago más dulce y que me ha dado mas satisfacción en mi vida. No creo poder terminar de describírtelo, pero lo comparo un poco como cuando estaba en 7 cm de dilatación a punto de traer al mundo a mi segundo hijo y entro el anestesiólogo al cuarto a ponerme la epidural, ¡si más o menos algo así!

Esta temporada de mi vida espiritual tiene muchos paralelos con esa experiencia. Específicamente la parte cuando me di cuenta que aún faltaba lo mas difícil y ya no podia tomar agua con tanta libertad. Te explico, estos últimos años he vivido muchas cosas que han golpeado muy cerca de traumas religiosos que yo ya venia cargando desde mi infancia. Mi primer instinto al empezar a ver estos sucesos fue retraerme, decir no necesito estar “tan” involucrada. Unos pasitos hacia atrás no le harán mal a nadie. Vamos cuidando mi corazón y a mi familia. Realmente mi intensión no fue la incorrecta y dado a que mi temporada de vida requería que yo dedicara mi tiempo a mis dos pequeños, fue muy fácil tomar esas decisiones. La situación no fue mi alejamiento de la iglesia, la situación es que también di pasos hacia atrás en mi relación con Dios. Me sentía traicionada y a la vez me sentía perdida. En vez de buscar consuelo y claridad en Su Presencia, la resentí.

Han sido casi dos años y yo apenas hoy sentada en esta computadora escribiendo esto es que me doy cuenta que al yo querer castigar a Dios por mi dolor solo me ocasione mas dolor. Intente regresar a Su Presencia en multiples ocasiones, intentaba intimar con Dios, intentaba adorar, intentaba leer Su Palabra, pero me sentía bloqueada, incapaz de “llegar al trono de la gracia”. Durante este periodo conocí la ansiedad a su máximo esplendor, conocí una profunda tristeza, conocí los paros emocionales, encare la toxicidad que había en mi manera de relacionarme con otros y me esperanzaba en lo poco que mi espíritu tenia en su reserva. Decía al menos aún no estoy completamente vacía.

Escribo esto porque hoy entiendo que por mucho tiempo sentía culpa de la sequía que estaba viviendo mi alma. Sentía culpa de no poder acercarme a Dios cómo pensaba que tenia que hacerlo. Sentía tanta culpa de que los primeros años de la vida de mis hijos les estaba dando todo lo que espiritualmente había en mí y sentía que me estaba quedando vacía. Realmente los pensamientos con los que lidiaba me decían cosas como “cuando tu quieras, eh”, “Dios esta esperando a que te pongas pilas”, “la única que te tiene aquí eres tu”. Y esta semana me di cuenta que esa era tan solo la voz de la religiosidad y auto-condenación que estaba permitiendo que me atormentaran.

Hace unos días en uno de mis “intentos” escuche claramente como el Espíritu Santo me decía que yo no puedo controlar esta sequía cómo tampoco puedo controlar la lluvia. No puedo decidir cuándo vamos a experimentar la plenitud de Sus promesas así como tampoco puedo decidir que se ponga una nube encima de mi y riegue la aridez de mi corazón.

Fue esa misma voz que hace uno días me dijo, que lo que yo pensé que era un proceso donde Dios me estaba dejando tocar fondo, solo era una cita para reconquistar mi corazón. Dios, en medio del desierto tenia una cita conmigo, con mis demonios, con mis debilidades, y con todo lo que la sequía podía sacar de mí.

«Pero luego volveré a conquistarla. La llevaré al desierto y allí le hablaré tiernamente. Le devolveré sus viñedos y convertiré el valle de la Aflicción en una puerta de esperanza. Allí se me entregará como lo hizo hace mucho tiempo cuando era joven, cuando la liberé de su esclavitud en Egipto. Al llegar ese día—dice el Señor— me llamarás “esposo mío” en vez de “mi señor” Oseas 2:14-16 NTV

Nota del Autor: La foto de portada de este blog fue un arcoíris random que salió antes de terminar de anochecer aquel día en nuestro senderismo fallido. Quién iba a pensar que 5 años después esa sería la señal de que el agua viene en camino. No sabia que este blog iba a terminar así cuando lo empece a escribir. Escribiré una segunda parte, por que aún hay mucho que contarte sobre de esto.

Amada pero ¿A qué costo?

Amada pero ¿A qué costo?

Ayer preguntaron en un juego de preguntas intensas, ¿Cuál consideraban que era el miedo más profundo que cada persona tenía? A lo que mi esposo contestó sin miedo a equivocarse: “De Ishah es el miedo al rechazo”. Creo que tenía mucho que no internalizaba esa realidad. Pero estamos de acuerdo que sí el ser humano que más me conoce puede decirlo tan fácilmente, quiere decir qué hay señales.

Creo que por mucho tiempo ese miedo estuvo muy disfrazado. Me veía a mi misma rogando por el amor de mis “amigas” y mis relaciones más cercanas. No lo hacía con palabras, lo hacía con actos, manipulaba situaciones para que mi “generosidad” sacara de personas que yo amaba un amor que estaba anclado en la conveniencia de mis actos de servicio, regalos o cualquier otra cosa que pudiera hacer para posicionarme como “que buena amiga es la Yepiz”. Realmente las personas no me amaban a mi, amaban a esta persona tan desesperada por ser aceptada que hacía locuras por tener esos destellos de cariño.

Fueron esas mismas locuras que me dejaron en deuda, tanto económica como en deuda conmigo misma. Pero tranqui, en el momento indicado Dios intervino, y me voy a enfocar en 3 cosas que cada que regreso a ser inundada por este miedo me llevan a libertad.

1. Cuando mi corazón tiene cariño por alguien quiere ser reconocido, correspondido y amado. Entonces inició la búsqueda de complacencia. ¿Que le gusta? ¿Como le puedo servir? ¿Que puedo hacer para que me quiera? Es tan enfermo que no solo no funciona, sino que te deja en números rojos. Las personas no están en tu vida para llenar tu tanque de amor. Ese solo puede ser llenado por Aquel que ES amor. Cuando hay plenitud en Dios, no hay necesidad de reclamar amor de personas que no les corresponde llenar ese vacío.

2. Yo no soy más valiosa o menos valiosa por las veces que mis amigas o relaciones me incluyen o me excluyen de actividades, momentos, o conversaciones. ¿Úbicas ese terrible nudo en el estómago cuando en la escuela se está haciendo un equipo y eres escogido al último? Eso nos marca, y en mi caso le huyo a sentirlo, le huyo a pensar que no soy necesaria en la vida de personas que considero importantes. Lee atentamente esto por favor, lo digo porque lo vivo y lucho con esta verdad. NO SOY INDISPENSABLE EN VIDAS AGENAS, pero eso no me resta valor. Donde si soy indispensable es en mi propia vida, en mi propia relación con Dios, en la manera en la que me muestro amor propio. Yo sí necesito amarme a mí misma, si no lo hago, ¿Comó puedo pretender dar amor sano y sin condiciones?

3. Si cuando dejo de dar la gente se va, no es culpa de la gente. El enemigo engaña y en estas situaciones me llegan pensamientos como “ah pero bien que cuando me necesitan aquí están, ¿verdad?” Sin embargo la realidad es que si solo conocían la versión de mi que era complaciente, es obvio que en el momento que eso se retira su perspectiva sobre de mi cambia. Pero NO ES SU CULPA, es culpa de mi inhabilidad de ser la versión sana de mi, la que da cuando puede y dice no cuando no puede. La que está en los momentos que puede estar y que también tiene bajones en donde necesita ausentarse. La que sabe ponerse límites y respetarlos. Si ante esa versión de mí la gente deja de considerarme amiga, o alguien cercano, es completamente entendible. Cada quien escoge las personas con quien rodearse y a quien sumar a su vida, lo sano es entenderlo y no reclamarlo.

En conclusión, el amor no se reclama. Si das, hazlo por que quieres dar, no por que quieres recibir. El rechazo humano es parte natural de la vida, pero sin importar que tan rechazada soy por el humano SIEMPRE hay un lugar en la mesa de Dios para mi.

El sueño de la familia perfecta no se cumple se construye.

El sueño de la familia perfecta no se cumple se construye.

Tú sabes cómo nuestra sociedad idealiza la familia perfecta, la que tiene mamá y papá presentes. Que la casa es amplia y con gabinetes organizados, minimalista, hijos que siempre visten con tonos neutros y monocromáticos. Que dicen “si mamá”, “si papá”, y son “criados respetuosamente”. Con papás que escogen a la familia sobre el trabajo pero también tienen todo el dinero del mundo. Con tiempo para hacer actividades sensoriales y también energía para tener momentos de “self care”

¿Si ubicas ese “sueño”?

Pues desde la perspectiva de una mamá de familia de cuatro con dos mejores de 3 yo quiero decirte que eso ¡NO SE CUMPLE! Pero si se construye. Y dentro de esa construcción de la familia de TUS sueños hay trabajo arduo, hay regazónes financieras, hay temporadas de vacas flacas, hay mucha mucha disciplina, hay rutinas que te privan de tener una vida social activa. Hay trabajos que quieres que todos sepan, y otros trabajos que quisieras que nadie supiera pero que aportan su granito de arena. Amigos, el sueño que se construye viene acompañado de malas decisiones que te enseñan, y buenas decisiones que te afirman. Viene acompañado de tiempo de calidad y los muy necesarios tiempos fuera. No todo es fácil, no todo es rápido, hay buenos momentos y hay momentos que están allí para pulir tu carácter.

Te lo paso al costo, para que no desperdicies la vida esperando que se “cumplan tus sueños” y tomes el toro por los cuernos, tengas las conversaciones difíciles con tu pareja por que eso construye. Hagas los sacrificios que sean necesarios, por que eso construye. Digas “NO” a tus hijos cuando es necesario, por que eso construye. No asumas que puedes lograr estabilidad financiera, emocional o relacional en tu núcleo familiar sin que él pilar principal sea Dios. Y no idealices el resultado sin disfrutar el proceso de construcción. Que aún cuando los primeros años de esta construcción toman mucho y son cansados, nuestra recompensa son las sonrisas del diario, las conversaciones sobre nuestro día a la hora de la cena, las risas antes de dormir, los abrazos acurrucados, las pequeñas y grandes metas alcanzadas.

Estoy segura que al final de nuestros días nuestras mejores memorias serán aquellas que vivimos construyendo de la mano de nuestra familia.

Read more
El arte de disfrutar

El arte de disfrutar

Alguna vez has admirado la gran capacidad que tiene un cesto de ropa sucia de nunca tener fin. Ese cesto es la prueba material de la gran mentira que es el “no tengo nada que ponerme”, corrígeme si me equivoco, pero muy pocas personas en este mundo pueden realmente disfrutar lavar ropa. Es una tarea repetitiva e interminable, lo peor es que la satisfacción de doblar el último par de calcetines de bebé para ver los cestos vacíos y todo acomodado dura máximo medio día antes de que inicie de nuevo todo el ciclo.

Esta es una de las tantas tareas que tienen la habilidad de sacar de nosotras toda la realidad de quién somos sin Dios:

“Estos chamacos se ponen una camisa y 5 minutos después se cambian” – Queja 

“El hombre que me tocó necesita un GPS para atinarle al cesto de ropa sucia” -Sarcasmo (o sea enojo disfrazado de chiste) 

“Soy la única que limpia y desea no vivir en un cuchitril en esta casa” – Altives 

Y la lista continua … ¿te identificas? 

No quiero que este escrito sea uno más que te reta a hacer las cosas diferentes y que te dice que todo lo puedes en Cristo que te fortalece, (aún que se que eso es verdad, pero también se que a veces cuando escuchamos eso nos causa un poco de enfado), porque pensamos “¡Que fácil! Esta persona habla desde un lugar de ignorancia, no conoce como es mi familia”, “De seguro tiene ayuda en casa”, “Seguro ni ella misma lo aplica”.

Entonces mejor te escribiré sobre “el arte de disfrutar” por que sin duda es un arte. Y para eso quiero que leamos juntas lo siguiente. 

Efesios‬ 4:31‬ PDT‬‬ Quítense de ustedes toda amargura, ira y enojo, gritos, calumnias y malicia.

Es importante que sepas que, si tú vives con la incapacidad de disfrutar tu día a día, no es por que tu esposo es un desastre, o porque tus hijos no te ayudan, es porque en tu vida sigue reinando esto que Pablo nos dice con tanto exhorto que nos quitemos. La amargura, la ira, la calumnia (que es prima hermana de los chismes) todo esto neutraliza nuestra habilidad de disfrutar, de hacer a un lado el afán y la búsqueda de perfección vacía, para estar presente con gozo en todo momento.

¿Entonces que hacemos? Allí mismo Pablo nos da la solución y nos dice: 

Efesioss‬ 4:32‬ PDT‬‬ Sean amables y considerados unos con otros, y perdónense como Dios los ha perdonado a través de Cristo.

¡¿Que fácil no?! ¡Claro que no! Por que la amargura y la amabilidad no coexisten, o sea que, no puedes estar amargada y ser amable al mismo tiempo. Por lo que primero tienes que quitarte TODA amargura, irá y enojo, porque para que puedas decir desde el fondo de tu alma “esposo mío, perdono que pienses que toda la casa es territorio para tus calcetines” y que lo hagas sin queja en tu corazón o enojo constante, para que le puedas servir y simplemente recogerlos; primero necesitamos ser personas que DISFRUTAN servir, que DISFRUTAN ser amables, que DISFRUTAN pasar por alto ofensas y perdonar constantemente. ¿Ahora entiendes por que te digo que es un arte?

QUÍTATE TODO LO QUE ESTORBA para que puedas vivir disfrutando el servirle a tu familia. Quítatelo entregándoselo diariamente a Dios, hazlo tú confidente, pídele ayuda para dejar a un lado los pensamientos constantes de que mereces un mejor trato, eso solo es altivez tocando a la puerta. ¡No le abras! ¡No la escuches! En cambio, quítatelo como si estuvieras tratando de quitarle grasa a tu sartén favorito, hazlo con todas tus fuerzas, usa vinagre y bicarbonato si nada más funciona, jajá, es broma lo del vinagre. Toma todo lo que eres y con la autoridad que Cristo te ha dado, dile a la amargura, a la ira y al enojo —¡Se van! — ya no son bienvenidos en este corazón y pensamientos. Y lo repites todos los días hasta que eso sea tu realidad. 

Eclesiastés‬ 2:24‬ PDT‬‬ Lo mejor que puede hacer uno es comer, beber y disfrutar del trabajo que hace. También vi que esto viene de Dios.

¡Tu también puedes vivir disfrutando la vida!-

Ishah Meraz

Esto también es parte del sueño

Esto también es parte del sueño

Estas entrando a terreno vulnerable, si te incomoda o te hace “trigger” a pensar cosas despectivas te invito a que no lo leas.

Esto es un mensaje que tengo mucho tiempo queriendo escribir pero pues … dos hijos, desempleo, muchos trastes, deudas, estrés, y un mundo de mentiras en mi cabeza diciendo que de nada sirve que yo escriba si hay tantos que lo hacen mucho mejor. Pero bueno ¡aquí voy!

En este perfil se acostumbra compartir lo bonito y disfrutable de la vida, se acostumbra resaltar las cosas por las que mi corazón desborda de agradecimiento. No miento, no exagero. Bueno, a veces logro captar con mi cámara el momento perfecto 🤌🏻, y a veces tengo que esforzarme poquito en decorar mi “avocado toast” para que sea antojable cuando lo comparta 🤷🏻‍♀️. Pero aún eso lo disfrutó mucho.

En mi vida cotidiana el ser vulnerable con las cosas que me causan estrés no me es muy fácil, quizá sea que soy un 7 ( hablando idioma enneagrama) o quizá sea que mi vida entera he batallado con las apariencias. Pero constantemente llevo eso a Jesús y me provoco a serlo. Así que llámalo como quieras pero hoy quiero dar este paso para que si tú te identificas conmigo sientas que no está mal que el sueño de tu vida “ideal” de repente se ve perfecto y de repente se ve lo opuesto a eso.

Quiero recordarte que:

✨Aún que a veces los días malos lleguen a montones, no tienes una mala vida. Cuenta tus bendiciones.

✨ Aun que a veces sientas que la vida se va entre cambiar pañales, dormir siestas, dar pecho & lavar trastes, la temporada es corta y la siguiente te necesita cuerda y completa. Todo pasa, menos los trastes, esos llegaron para quedarse.

✨ Aún que estes financieramente pasando dificultades y eso te cause estrés, no significa que batallaras toda la vida con dinero. Arregla tu enfoque, el problema no es el dinero, el problema es el corazón. Si arreglas uno, el otro rápidamente empieza a perder tanto poder en tu vida.

✨ No todo tiene que ser sonrisas, los días malos hacen que los días buenos brillen más fuerte. Toma nota de tu último día malo para que en un futuro le encuentres la lección.

✨ Lo que hoy te quiebra, mañana te construye. No te enfoques en por que te quebró, enfócate en cómo reinventarte con más fuerza, más arranque, menos queja, más amor.

Ser mamá de dos ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida. He disfrutado demasiado. También ha sido lo que más me ha probado en la vida, y más ha resaltado mis debilidades de carácter.

Empezar sin nada un matrimonio es lo mejor que me ha pasado en la vida, me ha permitido ver la mano y el favor de Dios. Su Gracia interminable ha estado a favor de mi familia. También ha sido una continua carrera de dar dos pasos hacia enfrente y tres hacia atrás, ha sido aprender a vivir con poco y tener contentamiento. Y tener buenas muy buenas rachas, a lo mejor seguimos averiguando cómo le haremos pero nunca remplazamos con incertidumbre la confianza de que Dios está de nuestro lado.

Para mi ha funcionado que cuando más estrés siento, y cuando más incertidumbre hay en mi corazón, recordarme que en ese momento, también estoy viviendo parte del “sueño” por que al final de mis días podré agradecer por los días buenos y los no tan buenos.

En fin, eso.

Maternidad Fallida

Maternidad Fallida

Si tú me preguntabas en mi niñez y adolescencia que quería ser de grande mi respuesta siempre era la misma, “quiero ser una esposa y una mamá”. He tenido la oportunidad de estudiar dos carreras, pero mi corazón siempre regresaba a ese sueño. Sé que Dios puso en mí un deseo ferviente de hacer familia, una familia centrada en Él. No perfecta, pero sí completamente dependiente de Él.

Hace 10 meses y medio entre al mundo de la maternidad con tanta emoción y expectativa. Leí tanto, pregunte tanto, indague tanto, quería estar lo más preparada posible para la llegada de mi primogénita. Sabia que jamás iba a poder comparar el conocimiento con la practica, pero en mi corazón estaba toda la voluntad para hacer el mejor trabajo. Había una certeza en lo más profundo de mi, “Nada me iba a robar el disfrutar cada segundo de su vida”.

Hoy puedo decir que el poder vivir ese anhelo que con tanta certeza tenia ha sido un reto enorme. Constantemente me abruman pensamientos de insuficiencia. La comparación ataca mi mente cuando volteo y veo que alguien esta haciendo un trabajo mucho mejor que yo. Entonces como bomba el enemigo empieza a lanzar sus trampas diciéndome que “he fallado”. Y entonces me encuentro repitiendo sus mentiras en mi cabeza: “No eres paciente”, “No tienes lo que se necesita”, “Ni siquiera puedes tener una vida disciplinada y quieres que tus hijos sean disciplinados”, “Lo estas haciendo mal”. Y poco a poco la emoción empieza a cambiarse de ropa y se viste de miedo e incertidumbre.

Pero tenemos un Dios tan bueno, que jamás me ha dejado permanecer en ese lugar. En el tiempo perfecto viene e interrumpe mi guerra mental con verdades que si trascienden. Y me dice cosas como:

“Bástate en mi gracia, por que MI PODER se perfecciona en tu debilidad”

Dios no necesita que yo haga todo bien, para que su poder intervenga en la crianza de mis hijos. Aún soy vulnerable a pensamientos, aún soy imperfecta, aún pienso constantemente que la estoy regando, pero ahora cada que siento que yo no di lo suficiente, confió que Dios llenará los huecos que mi humanidad dejé.

En este momento espero a mi segundo bebe y lo hago consciente de que continuare fallando, continuare siendo imperfecta, y también continuare siendo completamente dependiente del único que no falla y que es perfecto. Y eso es darle amor a mi maternidad. Y abrazar el gran regalo que Dios me ha dado de familia

Yo Soy

Yo Soy

En el principio Él era el verbo y al sonido de su voz el mundo fue. La luz, la obscuridad, las aves, los peces y todo lo que respira. Él es la fuerza detrás de una gran tormenta y Él es la suave brisa que muestra el fin de ella. Él es impulso que mata a los gigantes. Él es refugio en todas las batallas. Él es la certeza de victoria.  Él es una obra de asombro y salvación, Él es con los suyos en medio de los momentos más difíciles. Él es el fuego que pone a prueba el carácter humano. Él es quien inicia el sueño y traza el camino a su cumplimiento. En Él todas las cosas inician, y en Él consumado es.

Yo soy, hecha a su imagen. Al sonido de mi voz el cielo escucha. Yo soy quien camina segura del futuro, quien ríe sin temor a lo por venir. Yo soy quien se planta firme en medio de las tormentas, quién sabe que con cada nuevo amanecer hay nuevas fuerzas y nuevas victorias. Yo soy escogida para amar, Yo soy amada para dar, Yo soy generosa para actuar, Yo soy hija para adorar, Yo soy coheredera para anunciar, que por qué Él es, Yo soy. Que aún cuando Yo soy débil, Él es fuerte. Que por qué Él es la resurrección, Yo soy vida. Que en mí no hay miedo por que Él es mi roca fuerte en quien Yo soy protegida. Que nada de lo este mundo pueda decir de mí cambia que Yo soy una creación maravillosa.

Mis errores no me definen, Yo soy perdonada

Mi pasado no me detiene, Yo soy restaurada

La depresión no me paraliza, Yo soy amada

La ansiedad no me encarcela, Yo soy audaz

El futuro no me aterra, Yo soy valiente

El mundo no me delimita, Yo soy única

El enemigo no me vence, por que Cuando Dios es victoria, Yo soy victoriosa.

-Ishah Meraz

Expectativa Vs Realidad

Expectativa Vs Realidad

Eran las 6 de la mañana cuando me desperté y después de unos días de retraso y persuadida por una amiga muy allegada a mi corazón decidí hacerme una prueba casera.  Yo estaba convencida que saldría negativa, ya que verdaderamente era muy rápido para saber, así que la hice y me volví a acostar. Pasaron 20 minutos antes de que recordara que había un resultado que esperaba por mi. Cuando mi esposo se levanto al baño, me levante de un brinco y corrí atrás de él por que no quería que la viera antes que yo. ¡Oh sorpresa! había dos palitos muy marcados que indicaban que en efecto mi vientre estaba entretejiendo una vida. Grite, mi esposo pego un brinco, y al sonido de mi “¡Estoy embarazada!” sus ojos se llenaron de lagrimas y dijo “¡Vamos a ser papás!”.

A partir de ese día mi corazón empezó a hacer mil planes. Había soñado con ese momento por mucho tiempo. Tenia una lista mental de cosas que quería hacer; el cuarto de la bebe, el baby shower, las fotos, el hospital, el diario y descubrir el mundo de Pinterest a través de mi embarazo (Levanta tu mano si sabes de lo que hablo). En diciembre mi esposo se quedo sin trabajo y empecé a ver como mis expectativas de lo que sería mi embarazo tenia que empezar a ajustarse. Tan solo 2 meses después inicia en China el run run de una enfermedad que estaba atemorizando a todos. Yo como buena optimista me dije a mi misma “Eso no llegará para acá”, el resto es historia.

Hoy con 6 meses de embarazo de los cuales 4 y medio eh vivido con mucha incertidumbre he caminado pasos a entender que los planes de Dios no son los mismos que los nuestros. Su palabra dice:

Isaías 55:8-9 «Mis pensamientos no se parecen en nada a sus pensamientos —dice el Señor—.  Y mis caminos están muy por encima de lo que pudieran imaginarse. 9 Pues así como los cielos están más altos que la tierra, así mis caminos están más altos que sus caminos y mis pensamientos, más altos que sus pensamientos.

Estos meses han estado llenos de retos, de entender que aún las cosas que están fuera de mi control no están fuera de las manos y el plan de Dios. Pero no todos los momentos me encuentro con esa templanza. En muchas ocasiones me siento desilusionada, como si me hubieran robado. Me enojo y quiero renegar. Así no era como yo soñé que pasaría esta etapa. Sin visitas de mis amigos, o familia. Encerrada, ansiosa de que mi esposo se este exponiendo en su trabajo y en medio de todos estos pensamientos me he encontrado volteando al cielo y sacando de lo mas profundo de mi un “¡Ya Dios, que ya se acabe todo esto!”.

No fue hasta hace unos días en mi tiempo con Dios, que me mostró como Él esta FORMANDO cada partecita del cuerpo de mi bebe. Él esta tejiendo toda la delicadeza que tendrá, sus ojos ya vieron a mi bebe, esta escribiendo cada uno de sus días. Yo no la puedo ver, yo solo veo mi pansa crecer y mi hambre aumentar, pero Él, lo ve todo. Y aún en medio de tiempos en los que yo no puedo verlo obrar Él sigue formando, y sigue actuando, nada se ha salido de Su control, nada es demasiado grande para Él. Y en eso quiere que deposite toda mi confianza.

He disfrutado de muchas otras cosas que si siguiera con mis miles de actividades y planes segura estoy no hubiera podido disfrutar. Y es por eso que he decidido que nada puede robarme el gozo que Dios me da. Ninguna enfermad, ninguna incertidumbre, ningún plan fallido. Por que aun cuando mis ojos ven realidades que no van a la par con mis expectativas, Dios sigue obrando y sus pensamientos siguen siendo mas altos y sus caminos siguen siendo mejores que los míos.

Sin importar que plan o circunstancia ha cambiado en tu vida, no permitas que tus planes y expectativas te roben el gozo de confiar y descansar en Dios. Y si en algún momento sientes que te llega esta ola de emociones negativas te dejo tres cosas que te pueden funcionar para recordarte que Dios sigue estando en control.

  1. Haz una lista diaria de tres cosas por las que estas agradecida en ese día.
  2. Busca una promesa en la Biblia y escríbela en un lugar que puedas leer continuamente.

Romanos 8:18 NTV Sin embargo, lo que ahora sufrimos no es nada comparado con la gloria que él nos revelará más adelante.

  • Provoca momentos que te distraigan de esas emociones: llama a un amiga o familia, prepara un platillo que siempre has querido aprender a hacer, ten una fiesta de baile tu sola, lee un chiste, disfruta de un buen libro.

Y siempre recuerda, Él sabe los planes que tiene para ti y para mi, NADA, absolutamente nada se ha salido de ese plan.

Jeremías 29:11-13 NTV Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza. 12 En esos días, cuando oren, los escucharé. 13 Si me buscan de todo corazón, podrán encontrarme. 

No era Digna

No era Digna

Esa mañana en mi vergüenza me escondí, hubo en mi corazón una profunda tristeza, nada seria lo mismo. Antes de eso todo era perfecto,  ¿Qué estaba pensando? ¿Cómo pude? Le podría echar la culpa a quien me convenció, o quizá al hombre que no me detuvo de hacerlo. Pero la realidad es que no hay nadie más que culpar más que a mí. Fue mi decision, mi error, y ahora es mi dolor. Allí escondida era el único lugar en donde quería estar. No era digna de escuchar Su voz, no era digna de sentir Su amor, no era ni siquiera digna de sentirlo cerca. Quería permanecer allí, y en la obscuridad de mi escondite soñar con que nunca desobedecí, soñar que esa vergüenza se esfumaba y era la misma mujer que fui un día antes. Esa mujer que reía sin miedo al futuro. Pero a la vez ese mismo escondite era mi tormento. Me recordaba mi error, mi pasado, mi pecado, podia esconderme fisicamente pero jamas podría esconder mi necesidad de Él. 

Esa noche fue la noche más fría que he vivido en mi vida. Trate de cubrirme con lo que encontré, pero mientras me cubría del frío, sabía que también estaba tratando de cubrir la vergüenza & el dolor. 

Al amanecer escuché su voz, me estaba buscando. Me llamaba por mi nombre. Mi corazón latía sin parar. Mi alma reconocía el sonido de su voz, ese mismo sonido que provocaba en mí la necesidad de salir de mi escondite corriendo. Pero lo único que podía pensar era que ya no era la misma mujer a quien Él despertó con un soplo de vida. Sentía que su presencia se acercaba más y más a mí y en vez de que mi espíritu se alegrara como normalmente lo hacía, me llene de temor. Quería que el suelo se abriera y consumiera cada átomo de mi cuerpo. Pero me encontró. 

No podía despegar mi mirada del piso, no podía lograr idear una palabra que contestara a Su llamado. 

— ¿Por qué te escondes amada mía? 

Cada palabra de esa pregunta hizo eco en mi ser ocasionando un dolor inmenso en cada rincón. Solo podía pensar que después de mi confesión nunca más escucharía la palabra “amada” de su voz. 

— ¿Por qué estás cubierta? — Me pregunto. Logré articular las siguientes palabras, con un nudo en la garganta & lágrimas en mis ojos, le conteste: — Estoy avergonzada — En cuanto salieron esas palabras de mí boca también se abrieron las fosas de mis ojos. No podía dejar de llorar. En mi cabeza estaban todos esos momentos íntimos donde me contaba su plan para mi vida. Y ahora lo único que era verdad para mí, es que nunca se cumpliría para lo que el me había diseñado.

— No temas — tomó mi rostro y limpió mis lágrimas — la caída fue dura, el pecado fue inmenso, la destrucción te acechó, pero mi sangre te rescato. Camine por el mundo sin mancha alguna, lo hice por ti, lo hice por este momento donde podría abrazar el dolor de tu caída y decirte que en mis brazos no hay vergüenza. Vine a buscarte para decirte que sigues siendo la corona de la creación, que cuando la caída es profunda mi gracia lo es aún más. Que cuando el error es irreparable, mi amor es imparable. Regresa Mujer a verte en mis ojos, en donde encuentras la verdad de quién eres. No eres tu error, no eres tu vergüenza, no eres tu pasado. Eres mi hija. Eres MI AMADA. 

Ishah Meraz